Según el diccionario, diva es una "persona afamada". Pero a este concepto le podríamos agregar que se trata de alguien con un carisma, un brillo especial que logra la atención de la gente. Puede cantar, bailar, actuar, tener talentos que muchos tienen, pero más allá de eso poseen ese "no se qué" que las diferencia.
Todo esos detalles que hacen a una diva son los que fue captando durante años desde su Rosario natal Squillaci para armar su espectáculo, que se presenta en su sexta temporada en Mar del Plata. Nominado por tercera vez a los Premios Estrella de Mar (en dos oportunidades como Music Hall, y en la última edición como Varieté).
- Moria Casán, Mirtha Legrand, Susana Giménez, China Zorrilla son algunos de los personajes que cada año aparecen en el escenario de Las Divas de Squillaci. Esta temporada, tenemos una nueva diva: la Presidenta. ¿Cómo surgió la idea de imitar a la mandataria y qué reacciones has tenido?
- Pega muy fuerte en el público. Porque si bien yo no hago humor político, en su discurso en realidad no dice nada. Hay una síntesis de palabra y eso es lo que la gente disfruta. Habla, habla y finalmente no dice nada. Repito varias muletillas como quizás, talvez, a lo mejor. Causa mucha gracia. Me sedujo el personaje, no la política. Desde su estética, sus modismos, descubrí que tiene un perfil que podía llegar a imitar. Me resultó complicado armarlo, pero lo probé en shows de Rosario y fue creciendo hasta que se convirtió en una imitación muy fuerte, que la gente festeja mucho.
- Una de tus imitaciones más logradas es sin dudas la de Mirtha Legrand. Te propongo que hagamos como ella, un ping pong de divas con tus opiniones.
MORIA CASAN: Me encanta esa cosa tan extrovertida que tiene. La considero una mujer muy vital, sumamente inteligente, que no da pasos en falso. Tiene e irradia muy buena vibra y las ganas de ser, de estar. Muchos de los que estamos en esto la tomamos de referente.
SUSANA GIMENEZ: Es la diva divertida, la diva de casa.
MIRTHA LEGRAND: La señora televisión. Hace mucho que la imito, pero todos
los años le encuentro algo nuevo. Es una mujer que se reinventa. Más allá de tener cuarenta años de almuerzos, siempre se reinventa. Yo siempre estoy atento a todos esos cambios.
FLORENCIA DE LA V. : La admiro por su actitud frente a la vida y por la carrera que
hizo.
UN SHOW A RITMO DE ZAPPING
- Esta es tu sexta temporada y cada año se renueva. ¿Cómo definirías el reciente espectáculo?
- Es un espectáculo muy divertido que abarca distintas generaciones, porque hay divas de distintas épocas que están en la mente de muchas personas, como Estela Raval y Raffaella Carrá, matizadas con otras más recientes como Thalia. El año pasado hacía la voz de Graciela Borges, pero esta temporada la tenemos totalmente personificada.
Si bien todos los años tuvo un ritmo vertiginoso, este es el máximo. Son 14 personajes, sumados a las coreografías y al cantante Matto. Todo en menos de dos horas, a ritmo de zapping.
LOS PERSONAJES
Además de las mencionadas y reconocidas divas, Squillaci ha creado diversos personajes, y este año llevó por primera vez a escena a "La Cemen". Ella aparece junto al portarretratos de su amado: Antonio Banderas, y mientras lo admira y alaba, cuenta su tragicómica historia. Su verdadero nombre es Alejo, pero se bautizó Viviana Verónica Alexis Carrington, aunque en realidad la conocen como "La Cemen". Este apodo lo debe a que su madre la parió en un cementerio, ya que se enamoró de un sepulturero…
Otra creación imperdible es la de Leocadia, una clásica villana de película que en este caso se presenta como "la dueña del teatro" y enfrenta a los espectadores con un desopilante humor negro.
DE DARIO A VANESA
Darío Squillaci se presenta a partir de esta temporada como Vanesa, hecho que define como "una elección de vida". "A medida que fui evolucionando me di cuenta que vivía al revés. Llegó un momento en el que me disfrazaba de día y era auténtica de noche.
Lo que pasa es que los cambios no tienen nada que ver con la edad biológica. Cada uno tiene un tiempo. Es como digo en el espectáculo: en la vida hay tiempo para todo.
Yo quería que lo mío fuera algo natural. Y bueno, un día decidí empezar a afrontar la vida vestido de mujer todo el día. Y eso me dio placer, sentir la aceptación de la gente.
De día parecía una cosa andrógina. Yo iba a un negocio y me miraban como diciendo qué es. Y hoy por hoy no te voy a decir que me confunden como una mujer, pero si me ven como una travesti. Para mi se me allanó un poco el camino porque siento que hice las cosas bien. Primero mostré mi trabajo, lo que puedo llegar a hacer y después mostré cómo quería ser. Entonces la gente sabe con quien se va a encontrar. Y lo siento en la calle, cuando me saludan y me alientan. Nunca escuché un comentario adverso", explica.
"Porque en realidad, yo antes vivía en un sarcófago. No me mostraba, me daba pudor ir a la playa. Y hoy son cosas que las voy superando mediante el cambio de actitud con respecto a mi forma de vivir. Y eso me hace sentir una persona plena. No te puedo decir que me arrepiento de no haberlo hecho antes, porque considero que antes no era el momento. Yo creo mucho en esas cosas, en escuchar tu voz interior. Dicen que lo que se calla mañana se grita. Yo no quise que lo mío fuera un grito, pero si una manifestación de ser quien quiero ser. De a poco, paso a paso. La ropa es algo que se pone y se saca. Lo que importa es lo que está adentro, la esencia. Osea que no va a haber ni ropa, ni zapatos que puedan camuflar tu identidad. Esos son decorados, y lo que llevás adentro a lo largo y a la corta, sale. Eso es lo que yo trato de hacer día a día, buscando mi propia identidad para la vida. No para el espectáculo, que creo que el escenario lo tengo bastante resuelto", finaliza.
EL TRANSFORMISMO Y EL UNDER
-¿Qué te parece que le falta al transformismo para salir del under?
- El transformismo que sigue estando en el under es porque no tiene méritos para salir. Lo que pasa es que la mayoría de los espectáculos de transformismo son muy light.
Es por eso que cuando me definen no me gusta que digan que soy un transformista, sino un artista que hace imitaciones y monólogos. Un transformista es un hombre que disfrazado de mujer toma para la joda a la gente en el escenario. Y yo no quiero eso exactamente. A mi me gusta interactuar con la gente pero sin incomodarla. Que quede claro que yo soy la que hace el humor y vos venís a divertirte. No que voy a hacer
humor en base a tu persona. Eso pasa mucho, pero son herramientas cuando no tenés sustento. Y los que son buenos, a la larga salen. Lo que pasa es que muchas veces detrás de un transformista no hay un actor. Y cuando no hay una base sólida, queda en el under.
"Las Divas de Squillaci" se presenta todos los días –excepto sábados - en función trasnoche en el Teatro La Campana, ubicado en Rivadavia 2336. Hasta el 22 de marzo. Desde el 15 de abril, en el Teatro Broadway, de Buenos Aires.
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