"El negocio cambió y comprar un disco es un acto de fetichismo medio retro", dijo a ShowMardel Denise Murz, la cantante argentina que desde su web invita a descargar su álbum en forma gratuita.
A meses de haber editado “Pretenciosa”, su disco debut, ya superó las 20.000 descargas. Desde el momento en que se dio a conocer el álbum, en junio de 2008, supo abrirse camino en Internet a través de decenas de blogs, redes torrents y comunidades como Facebook, fotologs y Myspace.
Con su filosofía de "piratería consentida", y sin contar con difusión en medios masivos, algunas de las doce canciones que componen el disco suenan hoy en fiestas en Buenos Aires del género como “Divas y Divos”, "Creme de la Creme" y “Plop”, en la neoyorkina “Nacotheque” y en pistas de baile españolas.
"Llamame pretenciosa, porque soy muy difícil de conformar", insinúa Denise en la canción que le da título a su disco. La cantante cuenta cómo llegó a la grabación de su álbum debut. "El disco lo grabamos en la casa de un amigo. En un principio iba a ser un demo, luego un EP, y después nos dimos cuenta que nos estábamos divirtiendo mucho y seguimos de largo. Y en el medio descubrimos una escena que surgió hace unos años en Buenos Aires, que es la electro, donde hay fiestas en las cuales tocan bandas que son justamente para bailar. Encontramos el lugar para el disco y ahí terminamos de redondear el concepto", comenta.
- ¿Y cómo surgió la idea de ofrecerlo gratuitamente en la web?
- Cuando terminamos y sentimos que era algo apto para ser mostrado, venia toda la cuestión de cómo lo íbamos a editar. Pensamos en sellos. Algunos se interesaron, pero la industria había cambiado mucho y nos daban la distribución y edición, pero no nos garantizaban la promoción. Ahí nos dimos cuenta de que sacarlo así seria un suicidio. Entonces surgió la idea de editarlo gratuitamente y pensamos que seria acorde. Trabajamos de una forma poco convencional para hacerlo y editarlo de la misma manera coincidía. El negocio cambió y ahora comprar un disco es un acto de fetichismo medio retro.
- Claro, Pirateame toda lo defino como un soft porn (risas). Lo bueno de Internet es que está abierta a todas las posibilidades. Todo el tiempo me sorprende y cuando veo las estadísticas de las bajadas del disco, de dónde vienen. Internet para alguien pretencioso es el paraíso. Es todo muy mágico y a medida que le vas encontrando la lógica se vuelve más fascinante.
- ¿Cómo fue la composición de las canciones del disco?
- Estudié danza y me encanta bailar. Me divierte mucho. Cuando descubrí que lugar para la música que hace bailar a la gente elegimos temas que fueran en post del beat, bien arriba. Creamos un personaje, expresé una posición frente al mundo y las letras lo definen. Quiere más, conquistar la ciudad, y está esperando la noche.
- ¿A qué se debe la inclusión de The crying game, canción que popularizara Boy George en los ´90?
- Es una canción que me encanta desde chica. Y me di cuenta que tenia que ver con el disco. Sobre todo con la movida gay que lo absorbió como nadie al álbum. Lo adoptó.
"En España hay una movida de electropop enorme y es como madre de lo que esta surgiendo en Latinoamérica", afirma. "Empecé a tener mucho contacto con bandas españolas y fui descubriendo a artistas como Fangoria y La Prohibida. Me sorprendió que tuviéramos muchas buenas criticas de allá", añade.
- ¿Cómo llegaste a grabar un dueto con La Prohibida, en el tema "Pretenciosa"?
- Vi a La Prohibida por primera vez cuando vino a hacer un show en una disco de Buenos Aires a principios del 2007. Fui a verla sin haberla escuchado, y para mi sorpresa, me encontré con una artista real, con una idea muy clara de lo que quería decir, con colores y una estética propia. Fue amor a primer oído. A la segunda canción ya quería hacer algo con ella. Sentí que su mundo, lleno de belleza y superficialidad pero también de dolor y oscuridad, era muy compatible con el universo de "Pretenciosa". Esa noche me fui sin conocerla pero a los pocos días, de casualidad, ella vino a una de nuestras primeras presentaciones. Creo que sintió lo mismo que yo, porque esa noche hablamos de hacer algo juntas. Recién pudimos concretarlo a fines de ese año, cuando volvió al país. La grabamos una madrugada de verano y fue muy especial. A ella le parecía mucha responsabilidad cantar la canción que lleva el nombre del disco pero yo insistí y, la verdad, se convirtió en mi amuleto de la suerte!
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